La Salvación Tiene un Autor
Si
no has leído la primera parte de esta serie aquí te dejamos el link para que
puedas leerlo. Click Aqui
Introducción:
La
salvación es un don de Dios (Efesios 2:8), y ya de solo decir esto podemos
asegurar de que Dios mismo es el autor, creador, dador, Señor y dueño de ella.
En esta ocasión queremos dar honra a quien honor merece y en esta ocasión nos
referimos a Dios.
Veremos
que en todos los textos de las escrituras cada vez que se habla de la salvación
espiritual del ser humano, el autor de esta es Dios. Así de alguna forma u otro
quitar cualquier tipo de vanagloria o algún orgullo que nos haga pensar que
nosotros hemos participado en algo para la salvación.
Para
ser sincero si hemos hecho algo para contribuir para la salvación: Nuestros
pecado ha sido el único aporte necesario para nosotros poder ser salvos.
En esta ocasión queremos dar honra a quien honor merece y en esta ocasión nos referimos a Dios.
La salvación tiene un dueño.
Hechos
4:12 nos dice “De hecho, en ningún otro hay salvación, porque no hay bajo el
cielo otro nombre dado a los hombres mediante el cual podamos ser salvos.” Esto
quiere decir que solo a través de Jesús se puede obtener la salvación, pero hay
algo muy importante que notar y es lo siguiente:
- No podemos ser salvo a través de otras creencias y filosofías
- No podemos ser salvos a través de otras personas
- No podemos ser salvos a través de nosotros mismos
- Jesucristo es
nuestro Salvador, esto solo demuestra que él es que nos salva no nosotros a
nosotros mismo, si así fuera no le necesitáramos.
La salvación no es de nosotros
No
aparece ningún pasaje en la Biblia en que el ser humano se vea responsable de
la salvación y mejor aún, tampoco aparece algo en que pueda ayudar en la
salvación.
En
el libro de Isaías 64:6 nos dice “Todos
nosotros somos como el inmundo, y como trapo de inmundicia todas nuestras obras
justas;” es decir, hasta las cosas que nosotros quisiéramos hacer para ayudar
la salvación son insuficientes. Además,
acaso Jesucristo no es suficiente para darnos salvación a cada uno de
nosotros.
Acertadamente el salmista David
muchas veces “La salvación es del Señor”
Dios es el dueño exclusivo de la salvación, por esta causa el se lleva
todo el mérito, no nosotros.
¿Que tú has hecho para
salvarte?
¿Cuál fue tu
contribución en obra para la salvación? Ninguna. De modo que podemos decir, de
la misma forma como no pudiste hacer nada para salvarte, tampoco puedes hacer
nada para perderte. Necesitamos ver la salvación como algo sustentado
totalmente en Cristo y no en nosotros.
Veamos lo
que dice Marcos 10: 26 y 27 “Ellos se asombraban aún más, diciendo entre sí:
¿Quién, pues, podrá ser salvo? Entonces Jesús, mirándolos, dijo: Para los
hombres es imposible, más para Dios, no; porque todas las cosas son posibles
para Dios.” Nosotros para salvarnos es una imposibilidad absoluta para
lograrlos por nuestros propios medios, más podemos ver que para Dios salvarnos
no.
No depende
de nosotros la salvación y el apóstol Pablo lo dirá de esta manera en Romanos
9:16 “Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que
tiene misericordia.” Se ve completamente que la obra de salvación en nosotros
es operante por Dios y a través de su misericordia.
Si nada tú
has hecho para salvarte, tenlo por seguro que nada has hecho para perderte.
Conclusión
Premisa 1:
Jesucristo es el Salvador y nosotros los perdidos
Premisa 2: Nada nosotros hicimos para salvarnos, nada podemos hacer para perdernos.
Conclusión: Si la salvación está sustentada en Dios, él es el dueño, y depende
de él, no hay nada que nosotros podamos hacer para extraviarla.
Premisa 2: Nada nosotros hicimos para salvarnos, nada podemos hacer para perdernos.
Conclusión: Si la salvación está sustentada en Dios, él es el dueño, y depende de él, no hay nada que nosotros podamos hacer para extraviarla.