Sal dulce y Luz oscura.
La nueva generación de creyentes que se levantan.
Hoy en día hay tantos creyentes, pero tan pocos cristianos que me asusta de manera abrumadora.
He visto la manera de como el cristianismo se ha desarrollado en esta época moderna, que causa mucha intriga su evolución. El cristianismo que antes era enfocado en la vida de santidad, de la negación al ¨yo¨, a tomar mi cruz, Cristo viene pronto, y muchos otros distintivos que eran usuales en la vida cristiana esto se han ido olvidando y se han ido sustituyendo por principios tan anoréxico y llenos de simpleza que veinte años atrás nadie creería que esto fuera posible.
Permíteme ser un poco más gráfico, veamos tres casos típicos de hoy:
1. Sociedad de jóvenes estilos “night club”. Antes existían lo que eran los cultos de jóvenes, esto no solo era un culto más de la semana, claro que no. El culto de jóvenes era ese momento especial en el cual se instruía a los jóvenes para enseñarle a vivir en una vida tan corrompida como el mundo siempre lo ha sido. Hoy en día no es así, pues el culto de jóvenes es el momento en el cual todos los jóvenes van a la iglesia, ya no para adorar a Dios o para preparase para vivir una vida de consagración a Dios, sino más bien para ellos pasar un buen momento.
Para esto se va a recurrir a música, luces, humo, chistes, poca Palabra de Dios y cuando se usa la Palabra mejor hubiera sido que no se usara porque el que la utilizó cambia el mensaje por completo de lo que dice para hacer sentir bien a la audiencia.
El culto de jóvenes no es un culto a Dios, es un espectáculo para los hombres.
2. Predicadores sensuales. Me siento bien al decir que no tengo muchos problemas con la vestimenta, y estoy de acuerdo con que el hombre o la mujer de Dios vista bien. No que parezca un señor mayor del siglo XVIII pero de ahí a llegar a tener una vestimenta que llame más la atención de lo que yo diga en mi predicación, entonces esto si me genera problema. Muchos predicadores (conferencista es una mejor palabra para ellos), se encargan de subir al pulpito vestido de la manera más ¨elegante¨ (sensualidad al extremo), hablan de muchos temas bien “interesantes” pero que no están relacionado en nada con la Palabra de Dios.
Hace poco vi un video, en que el conferencista estaba hablando desde el pulpito de él hombre cumpliendo los deseos sexuales de su esposa. ¿Es malo hablar de estos temas? Claro que no. Ahora, la forma tan vulgar, tan obscena y tan explícita; solo revela lo que había en el corazón de ese conferencista (muy ovacionado). Ese predicador no estaba pensando en Cristo, no estaba pensando en santidad en ese momento, solo estaba satisfaciendo y hablando de lo que había en ese momento en su corazón, y no era Dios.
Lo peor no es eso, lo peor es el alto apoyo para temas como esto, y muchos compartiendo el video del héroe pastor que hablaba del sexo es una forma “sin tabúes”.
Las congregaciones de hoy en día, no quieren temas bíblicos, quiereen temas controversiales para satisfacer sus necesidades carnales y calmar su vacío espiritual, amparados en una religión.
3. Congregaciones muertas. Escuche en una canción una frase que decía “las iglesias están llenas de personas vacía” y pienso que es una gran realidad. Hoy en día hay tantas iglesias en américa latina, pero la preguntas es ¿La iglesia verdaderamente está haciendo la función de enseñarle la verdad o de entretenerlos? Sabemos que la última opción ha sido la correcta en los últimos años.
Muchas iglesias emocionales, llenas de “gozo y alegría” en medio de cuatro paredes pero el verdadero templo de ellos se encuentra vacío de quien en esencia lo llena todo, Efesios 1:23
Muchas congregaciones llenas de doctrinas en la cabeza pero vacías en la practicas; otras llenas de emoción y acción, pero vacíos de la Palabra de Dios. Y esto nos abre muchas interrogantes y demos responder.
En el evangelio de Mateo 5:13-16, vemos un hermoso mensaje en el cual somos llamados a ser sal y luz en estos tiempos. Esa comparación tiene una gran connotación que parece que se ha ido olvidando y ya no resulta muy conveniente para muchas congregaciones e iglesia de hoy.
En esta ocasión quiero resaltar tres aspectos importantes para cada uno de nosotros, y de nuestro llamado a ser sal y luz en las naciones. Veamos:
1. No aparentamos ser diferentes; ¡Somos diferentes!
Muchas personas piensa que el creyente es alguien que quiere ser diferente, pero según la Biblia esto es falso pues hemos sido regenerado 1 de Pedro 1:23. En este pasaje se nos hace un llamado de que no somos ya como éramos antes, ¡claro que no! Pues ya hemos sido transformados por medio de Él Espíritu Santo. Ya hemos nacido de nuevo, ya nos corresponde vivir de una manera diferente a como éramos en otros tiempos, 1 Corintios 6:11.
No podemos nosotros querer ahora traer lo que antes era del mundo y transformarlo a una versión cristiana. No es ser legalista, lo que sucede es que si hacemos lo mismo que ellos ya no somos sal, somos azúcar.
No vistas como ellos, sin dejar de vestirte bien. No hables como ellos, habla bien que ellos puedan entenderte. No busques engrandecerte a ti o tu propia satisfacción, busca ahora hacer una exaltación a Dios y a Jesús nuestro salvador.
Muchas veces las personas creyentes pueden ser vistas como personas que esconden lo que en realidad son, no cuando en realidad se supone que el creyente lucha contra lo que ya no es. En palabra del apóstol Pablo, "Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago.".
2. La sobre posición de la nueva naturaleza sobre la antigua.
Un consejo como cristiano que puedo darte es: Lucha contra tu vieja naturaleza. Si antes había algo que ahora te llama mucho la atención, lucha contra esa debilidad, no la “conviertas”. Si has tenido debilidad con el alcohol, huye de esto, si has tenido debilidad con la música, no trates de meter tu música a la iglesia pero ahora con letras “cristianas”. La nueva vida cristiana recuerda, es la negación al YO, y el hacer que Jesús sea el que se refleje en nosotros y que el Espíritu Santo nos llene. Es fácil esa fórmula, reflejar a Cristo y andar en El Espíritu, pero tan difícil de aplicar solo por la negación al YO.
3. Somos sal y Somos luz, ¿Cómo resumimos estos?
Me gusta la forma como lo resumen el apóstol Pablo, 1 Corintios 11:1.
¿Cómo podemos ser sal? Imitando a Cristo. ¿Cómo podemos ser luz? Imitando a Cristo. Muchos dirán “pero no tenemos a Cristo hoy en día para imitarle o saber lo que el haría en estos casos”. Creo que en la Biblia hay más que suficientes ejemplos para ver como actuaria Cristo en cualquier situación a la cual nosotros nos enfrentemos.
Ahora, el problema es el siguiente: Debes conocer a Cristo para ser sal y luz. Es imposible que seas sal y luz sin conocer a Cristo.
¿Qué se necesita para ser sal y luz? Lo esencial es nacer de nuevo, si ya naciste de nuevo, todavía no es suficiente (lo es para ser salvo), pero ahora te toca vivir como Cristo para ser diferente al mundo y se pueda ver tu luz brillar por el mundo y tu vida sea el sazón de este.
El mundo es nuestro enemigo, no amarlo es un mandato, 1 Juan 2:15. Si tu equipo favorito es de camiseta azul, no iras vestido de amarillo al estadio, esto para que no te confundan con el otro equipo. Los creyentes tenemos el mismo llamado y es ser diferentes y en nada parecernos al mundo.
No lo ames, aborrécelo, ódialo pues él no quiere el bien para ti. Y cuando hablo de mundo me refiero claramente a su sistema corrupto, sensual y pecaminoso.
Consejos
Joven: Evita las modas que debilitan el verdadero cristianismo.
Líder de iglesia: No caigas en la tentación de ser débil por amor a muchos “creyentes que buscan su propia satisfacción y no la de Dios”
Laico: Busca más parecerte a Cristo más que a nadie de este mundo.
La gloria y nuestra vida ya no es para nosotros sino para Dios, ese debe ser el enfoque de cada culto y cada acción de nuestra vida. Dar la Gloria a Dios.
No seamos sal azucarada ni luces apagadas.
Gabriel Linares Pineda.